La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, sancionó una ley que reduce las trabas burocráticas a la investigación científica y pretende impulsar la innovación y la producción de tecnología en el país.
En la ceremonia de sanción de la ley, celebrada en el palacio presidencial de Planalto, Rousseff afirmó que la nueva normativa “tendrá efectos extraordinarios sobre la competitividad y la productividad” de Brasil.
El llamado Código Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación fue aprobado por el Parlamento el pasado diciembre después de cinco años de tramitación.
La ley elimina trabas burocráticas a la investigación, como por ejemplo, la exigencia de que los laboratorios públicos tengan que convocar licitaciones para comprar materias primas dedicadas a labores científicas.
Así mismo brinda facilidades para la colaboración entre instituciones científicas públicas y privadas, al permitir que los investigadores vinculados a centros gbernamentales puedan ejercer actividades remuneradas en empresas, algo que hasta ahora estaba vetado.
En una rueda de prensa posterior a la ceremonia, la presidenta de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC), Helena Nader, afirmó que la ley es “fantástica” para los investigadores.