Luiz Inácio Lula da Silva, reelecto presidente de Brasil por tercera vez el pasado 30 de octubre, enfrentará una serie de desafíos en el sector de ciencia, tecnología e innovación, así como en materia ambiental, tras varios años de recortes recurrentes en la inversión en educación y ciencia por parte del gobierno saliente de Jair Bolsonaro.
Para tener una idea, si en 2014 el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico tenía un presupuesto de alrededor de R$ 4,6 mil millones (aproximadamente US$ 900 millones), en 2022 esos recursos bajaron a R$ 2,5 mil millones (unos US$ 480 millones).
Para colmo, más de la mitad de este monto está destinado a pago de la deuda pública porque según el gobierno los recursos destinados a la ciencia no se estaban utilizando.
Además, una Medida Provisional (MP 1136) emitida recientemente por Bolsonaro impone límites para el uso de parte de los recursos del Fondo, una maniobra hasta entonces prohibida por la ley complementaria N° 177/21.
“Fueron años de un deterioro intenso de la inversión en ciencia y tecnología, y la victoria de Lula nos trae perspectivas de recuperación. Pero, como el actual presidente promulgó varios mecanismos legales usando el veto presidencial como algo absoluto (es decir sin posibilidad de enmienda por el poder legislativo), será necesario revocar estas leyes y medidas provisionales”, explica a SciDev.Net Renato Janine, presidente de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC).
El financiamiento y la inversión en las universidades e institutos de investigación federales también se redujeron en un 56 por ciento desde finales de la presidencia de Dilma Rouseff hasta la actualidad (entre 2014 y 2022), pasando de R$ 10,3 mil millones (alrededor de US$ 2 mil millones) a R$ 4,6 mil millones (US$ 900 millones aproximadamente).
Otro problema a enfrentar es la falta de becas para estudiantes de maestría y doctorado, ya que los presupuestos del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq) y de la Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Educación Superior, las principales agencias brasileñas de promoción de la investigación, experimentaron una variación negativa del 65 por ciento en dicho período.
Consultada por SciDev.Net, la biomédica Helena Nader, presidenta de la Academia Brasileña de Ciencias (ABC), señala que para hacer ciencia se necesita educación de punta, y que, por eso, espera que se reanuden las inversiones en el sector.
“Más del 90 por ciento de la ciencia brasileña se realiza en universidades e institutos públicos de investigación. Sin educación no hay ciencia y el nuevo gobierno tendrá que tener esto en cuenta”, advierte.
“Fueron años de un deterioro intenso de la inversión en ciencia y tecnología, y la victoria de Lula nos trae perspectivas de recuperación. Pero, como el actual presidente promulgó varios mecanismos legales usando el veto presidencial como algo absoluto (es decir sin posibilidad de enmienda por el poder legislativo), será necesario revocar estas leyes y medidas provisionales”
Renato Janine, presidente de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia
Renato Janine admite que el nuevo gobierno deberá tomar decisiones difíciles, ya que la prioridad –según anunció el presidente electo– será acabar con el hambre que azota a 33 millones de personas, equivalente a más del 15 por ciento de la población.
“Hay una expectativa de soluciones rápidas, pero lamentablemente no podemos esperar que vayan a ser tan rápidas”, lamenta el presidente de la SBPC.
Helena Nader concuerda. “El daño es demasiado grande. Necesitaremos al menos uno o dos años para organizarnos”, estima.
Además del desmantelamiento nunca visto en las políticas científicas del país, otra prioridad inmediata que deberá enfrentar el gobierno de Lula es la destrucción de la política ambiental, provocada por la falta de supervisión y control del actual gobierno.
Según un artículo reciente del físico Paulo Artaxo, de la Universidad de São Paulo, entre 2019 y 2022, la deforestación en la Amazonía brasileña creció un 56 por ciento en comparación con el período 2016-2018, con un aumento del 80 por ciento en la deforestación en áreas protegidas, tales como tierras indígenas y Unidades de Conservación. Además, el bioma tiene una escalada récord de incendios, como informó SciDev.Net en un artículo reciente.
El economista Luiz Antônio Elias, exsecretario ejecutivo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación en los gobiernos anteriores de Lula y Rousseff, precisa que, además de las cuestiones presupuestarias y ambientales, es necesario prestar atención a un tercer elemento.
“Los recursos financieros son un elemento importante, pero no lo central. Lo principal es la reconstrucción del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI), con una visión integrada de la política científica”, dice a SciDev.Net.
La reconstrucción del SNCTI está entre los lineamientos del Programa de Gobierno del presidente electo. El documento reconoce que la reconstrucción del sistema será “esencial para la innovación tecnológica y social, así como para el aprovechamiento sostenible de la riqueza del país, la generación de empleos calificados y la lucha contra el cambio climático y las amenazas a la salud pública”.
Según Elias, es necesario fortalecer el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación para que la sociedad pueda disfrutar de los beneficios del proceso de generación de conocimiento.
“Será importante una estrategia económica que contemple la promoción de la ciencia y la explotación de los recursos naturales con sustentabilidad”, afirma.
El economista recuerda que la velocidad con la que avanzan las tecnologías y provocan competencia en el escenario internacional exige que los países generen conocimiento y recursos humanos en investigación. “De lo contrario, el país tendrá un déficit en su balanza de pagos tecnológica, ya que pagará más regalías”, subraya.
En el tema ambiental, el Programa de Lula promete acabar con la deforestación en la Amazonía y la emisión de gases de efecto invernadero, apoyar la agricultura baja en carbono y la agricultura familiar, reconstruir los organismos de inspección y control de la deforestación y acabar con la minería ilegal en tierras indígenas.
Para Renato Janine, será necesario acercar la ciencia a la sociedad. “Necesitamos mostrarle a la gente la importancia de la ciencia para el desarrollo del país, y de qué manera está presente en sus alimentos, ropa y celulares”, remarca el presidente de la SBPC.
En su primer discurso como presidente electo, Lula prometió la reanudación de las Conferencias Nacionales, incluida la de Ciencia y Tecnología, para facilitar la participación social en la planificación de las políticas científicas.
Este artículo fue producido por la edición de América Latina y el Caribe de SciDev.Net